domingo, 18 de octubre de 2009

Mi lugar actual

Desde 1973 en el barrio de Villa Muñoz, también le dicen barrio Reus.
Su característica que sobresale es que las fachadas del frente de las casas son todas iguales. Hechas en el año 1885, con techos muy altos con rieles, vigas muy fuertes y abovedados, tienen de alto como de 5 metros.
Las casas están pintadas por Bellas Artes, de diferentes colores fuertes. En mi calle las pintamos cada dueño de colores fuertes igual a la calle Emilio Reus.
Otra característica de mi barrio es que hay varios comercios cerquita de casa, también existen almacenes, no como los de antes que envolvían con papel de estraza. No es necesario tomar un ómnibus para ir a comprar ropa, zapatos o telas todo está en el barrio.
En tiempos de bonanza económica no se puede caminar por el barrio porque vienen desde el que vende en el ómnibus, gente que viene en excursiones desde el interior para comprar en los comercios ya que son mayoristas.
A mi casa la he ido arreglando de a poco desde hace 33 años, se caían los revoques del techo mientras dormíamos. Pero fue arreglada, techos, pisos y puertas; las piezas son amplias.
Yo tenía la fantasía de tener un comedor con mesa grande, me gustaba reunir a amigos y familia en una mesa larga. Hemos hecho varias reuniones, despedidas de soltero o fines de semana para jugar con compañeros de trabajo.
En esta casa viví todo lo más importante que tuve que hacer en la vida para ser más feliz.
Una tarde de invierno tocaron timbre, atendió mi suegra que vive en planta baja. Un matrimonio preguntó por mí y dijeron ser mis tíos. Mi suegra, mi marido y yo quedamos muy sorprendidos. Se sabía que yo no contaba con familia biológica, me sentía como una extraterrestre. Los atendimos, estábamos todos llenos de ansiedad, me fueron contando la historia de la familia. Me ofrecieron su casa, su cariño. Yo no tengo palabras, me quedaron chicas las palabras para expresar sentimientos de antes y después de saber mis orígenes, mirado a la distancia de 18 años. Fue una de las cosas más importantes vividas en esa casa.
La casa para mi es como un templo en donde te reunís con amigos o absolutamente sola para reunirte contigo misma. Me reúno de vez en cuando con el Ángel de la casa. Todas las casas tienen su ángel protector. Yo lo hago para visualizar en mi interior, le pregunto para que me ayude el Ángel a decidir qué color me haría feliz, qué decorado me sentaría muy bien. Después de un largo rato escribía, lo comentaba con mi esposo y después el Ángel tenía que ayudarme a encontrar dinero para hacerlo. Juro que fue en este último año sorpresivo como logré arreglar, pintar, y se dieron las cosas como para que mi sueño se cumpliera. Faltan detalles que tengo que reunirme otra vez con el Ángel para que me ayude a seguir poniendo a nuestra casa como lo sueño en mi mente.
En esta casa adopté a mi suegra como si fuese mi madre. Como no tengo jardín que es mi sueño, compré un mural de un jardín parque de Holanda, forré toda una pared, muy colorida toda de tulipanes. Y en otra pieza de estas, tengo un papel tapiz con un paisaje con montañas, verde-cielo, y a mi manera cumplo mis sueños. Vivo con mi esposo desde hace 36 años, y en esta casa hemos amado, hemos odiado, hemos perdonado, hemos crecido como personas los tres. No quiero dejar a mis mascotas, 2 perros que contribuyen muchísimo a nuestra evolución, felicidad.
Hoy 15 de octubre a las 15:00 horas hago 33 años de casada, mi esposo hoy está contento.
También estas paredes saben de todo lo que he tenido que resignificar de la vida y armar a Lylián Soria, que fue un puzzle muy engorroso de armar. Pero lo armé!!!
Lylián.

Es el lugar último de mi desapego – al quedarme sola, luego de una experiencia de 10 años en mi apartamento, decidí instalarme en un hotel de Montevideo. Esto significa, con sus luces y sus sombras, una total independencia y seguridad. Pero significa también, sobre todo, vivir en una habitación, con todo lo que representa, para alguien como yo que no es para nada minimalista en su entorno, concretarme a pocos muebles, pocos cuadros, pocos objetos, pocos libros.
Este obligado desapego lo hace diferente, haciendo posible comprender, aceptar lo ineludible de las separaciones que sufrimos en esta existencia.
Extraño el espacio, mi cocina, la posibilidad de recibir amigos en una verdadera casa, pero existen compensaciones en cuanto a la tranquilidad, a confort, a tener soluciones fáciles e inmediatas. Elegí una de las mejores manzanas de Montevideo, San José, Yaguarón, Ejido, 18.
Es fácil vivir esta etapa de reflexión, de apaciguamiento y de soledad. Sin dramas, con proyectos.
Silvia.

Al tiempo de fallecer Esther (hace unos 11 ó 12 años) decidí dejar de vivir en el centro, donde residía desde 1955 en Soriano casi Ejido y se dio la oportunidad de mudarme a Miguelete y Sierra.
En un edificio de apartamento en esa ubicación se daba que podría pasar a ocupar uno. En tal edificio vivía, y aún lo hace, mi prima Doris, también oriunda de las costas del Cabrera, aunque criada en el pueblo de Casupá.
Se trata de un lugar que dista una cuadra de la que fue la cárcel de Miguelete, cuya edificación muy deteriorada aun se mantiene en pie. Donde era su entrada y sus pabellones inmediatos hay un taller escuela de diseños.
Para mi es simplemente un lugar. Tiene muchas líneas de transporte de pasajeros que comunican con muchos otros barrios y con lugares de la zona metropolitana (Las Piedras y varios lugares de Canelones, Playa Pascual, Rincón de la Balza, Delta del Tigre que hoy constituye Ciudad del Plata: por estar al margen de Río de la Plata, que a su vez recibe el aporte del Río Santa Lucía cuya corriente, en algunas gotitas, se va acrecentando con el aporte del gran amigo el arroyo Cabrera en virtud de que este volcaba y vuelca su caudal al Casupá y este lo hace al Santa Lucía).
Para mi la diferencia con el Centro es que no hay lugares donde podría “matar el tiempo” usando para dar una panorámica este dicho muy común y muy gráfico. Esto ha hecho que me sienta como encerrado ya que no hay núcleos activos en lo cultural, político, o de distracción.
Como negativo veo el alto índice de contaminación aportado por el alto número de vehículos automotores que circulan por Miguelete, máxime los domingos en que la reciente centenaria feria de Tristán Narvaja corta las calles Colonia, Mercedes, Uruguay, Paysandú, Cerro Largo, Galicia y La Paz.
Me retrucarán que no es lejos del Centro y que con un poquito de disposición y una mínima porción de voluntad las comunicaciones con el Centro no resultarían tan problemáticas. Pero si no se dispone de ello cuesta superar aquella barrera que uno levanta de seguro para no hacer lo debido.
Y, aquí me pregunto para que sirve este trabajo o de apreciar o describir lugares, componentes, situaciones que hayan marcado espacios vitales cuando ya estamos en los tramos finales de nuestro andar el camino y, lo que sí estamos necesitando es acordarnos donde pusimos algo que hace apena minutos y algunas veces solo segundos teníamos a la vista o, en nuestras manos.
Santiago.

Trataremos de reflejar la realidad de un lugar de nuestro país, donde hemos decidido tener nuestra segunda residencia, la ciudad de Las Piedras en el Departamento de Canelones. Es una ciudad de casi cien mil habitantes, 4ª. y 21ª seccional policial, a la cual se puede acceder desde la capital del país y la ciudad de Canelones por Ruta 5; del Oeste por Ruta 48, y 67 del Este, como así también es cruzada –la ciudad- por la vía del ferrocarril, como así también otras vías de transito de menor importancia.
Esta ciudad dispone de un número importante de comercios, de mucha importancia, no menos de diez supermercados; también tiendas, muchas de ellas sucursales de las más importantes de la Capital, y además todos los rubros comerciales. En las horas del día cuando los diversos bancos y oficinas públicas están abiertas, el tránsito por Avenida Artigas –su calle principal- como todas las demás adquieren en elevado movimiento. Aquella, por su movimiento es comparada por su circulación con 8 de Octubre o Agraciada del Paso Molino. Este movimiento lo producen las numerosas villas que están en los alrededores de la ciudad que no son menos de doce o quince con numerosos habitantes.
Las Piedras tiene una sola plaza pública en el centro de la ciudad, lo que significa un déficit en cuanto a espacios de esparcimiento. Dispone de instituciones de diversa índole; Rotary y Leones como instituciones internacionales de servicio, Juventud y Solís, sociales y deportivas, esta última con piscina de competición. Esta también la Sociedad Criolla Artiguista, importante sociedad tradicionalista regional.
Existe también un importante hipódromo, que supo tener su auge en el pasado y sostuvo el deporte del turf durante el largo período que el de Maroñas estuvo cerrado. Junto al mismo está el amplio Parque Artigas, donde se ha instalado un mausoleo en homenaje al soldado desaparecido de la época libertadora.
También en los aledaños está un campo de deporte aun inconcluso, que una vez terminado alcanzará buen destaque.
Tiene también Junta Local de mucha importancia, pero sin ninguna autonomía, que la transforma en mera oficina recaudadora.
CX 147 una de las dos radios de la ciudad tiene un largo alcance lo que le da enorme importancia, con amplia y buena programación.
La higiene de la cuidad se realiza de forma mixta, en los barrios con recolección y en el centro por medio de contenedores similares a Montevideo.
La seguridad de la ciudad es tan endeble como en toda la zona metropolitana, tanto en el centro como en los barrios es muy alto en número de hurtos y rapiñas que se realizan.
En este escenario, quien esto escribe, tuvo su negocio durante casi treinta años en una zona céntrica, a dos cuadras de la plaza.
Las Piedras es una ciudad con mucha edificación antigua, que prevalece sobre la moderna. La mayoría de sus habitantes son inmigrantes del norte del país los cuales se pueden contar por decenas de miles de ciudadanos de todos los puntos del país.
Hemos escuchado muchas opiniones sobre la ciudad y su gente, la opinión que damos cuando nos preguntan, es que todo lugar y su gente es linda o buena, ello depende de nosotros; si queremos a su gente y buscamos la belleza la encontramos en todos los lugares, aunque una primera impresión no sea positiva.
Juan Pablo.

Yo vivo aquí en el barrio Aguada, en un edificio de 150 apartamentos a media cuadra de Agraciada, cerca de la Facultad de Química, Medicina y a pocas cuadras del Palacio Legislativo, con su importancia y belleza, considero que es un símbolo para los uruguayos. Podemos destacar la Plaza 1º de Mayo por su atractivo en el cual se junta mucho público, se festeja el Carnaval y diferentes actos.En uno de los laterales del anexo encontramos la parada de ómnibus, que tiene una importante locomoción para la ciudad y sus alrededores, esto lo hace diferentes a otras zonas.Mirando hacia el frente se visualiza un hermoso césped con sus elegantes pinos. Hacia abajo encontramos la calle Agraciada y Guatemala, la cual se encuentra en descenso unos pocos metros, con un tramo empedrado de adoquines. A uno de los costados, el que da hacia el anexo, como señalando aquel lugar una palmera, un pino y una corta escalera que da al césped.Hacia el lado izquierdo de esta calle, unos elegantes plátanos acompañados del verde de los pastos.La entrada del sol en ese lugar es maravillosa. Cuando mi prima me visita nos reunimos con las chicas que están en casa y hablamos de diversos temas, disfrutando de un paisaje hermoso con un rico mate. Mi hija vive en el mismo edificio que yo, disfruto mucho de mi nieto Facundo. Vamos juntos a una plazoleta ubicada en Ángel Rodríguez y Freire, jugamos al fútbol, mis goles nunca valen, por esa causa el siempre es el ganador. Hace 12 años que vivo aquí, me gusta muchísimo mi barrio.
María Elena.

En 1978 nos mudamos a Pedro Cosio entre Flamarión y Pitágoras, se llamaba Barrio Fortuna, hoy Malvín Norte, habitado por emigrantes italianos. Son casas con mucho terreno que llegan a la otra calle. Nuestra cooperativa era un criadero de perros con árboles frutales y otros, quién lo vendió era la familia Stratta. Cuando supo que era para viviendas aceptó por ser para esa meta.A cuatro cuadras tenemos el Parque Rivera, hermoso lugar como paseo saludable tanto para llevar los niños como adultos, con barrilleros para pasar el día. También está el Hotel donde se usa para diferentes temas, hay clases de todo, manualidades, computación, etc, todo por la Intendencia Municipal de Montevideo; y sobre Bolivia el Estadio Charrúa.Nuestra zona creció mucho luego de poblarse con tantas viviendas respaldadas por la Federación Uruguaya de Cooperativas Viviendas y Ayuda Mutua (FUCVAM).Gracias a ellos, hoy miles de familias en el país lograron formar sus cooperativas.Actualmente tenemos alrededor de escuelas, centros de salud, muchas ayudas sociales., zonas comerciales, cuando nos mudamos había sólo dos líneas de ómnibus, hoy son seis, si habrá crecido el barrio.Nuestra cooperativa se compone de 44 familias de dos plantas con jardín y fondo. Son muy cómodas y muy buena edificación, alrededor los espacios libres están arbolados y otros con plantas, es muy bonita y tranquila. Está todo enrejado ya que tiene dos entradas: por Alejandro Gallinal y por Pedro Cosio.Nosotros siempre aconsejamos a los trabajadores a formar su cooperativa ya que es la única salida más económica para tener su casa, la cuota es razonable aunque tienen que tener paciencia porque no es tan rápido por temas de los préstamos, pero llegar vale la pena.
Adelina.