Adelina: Tenemos en Uruguay una semana llamada “Semana criolla” o de turismo, siempre es en marzo o abril.
Esta fiesta tradicional es organizada por la población del interior que viven en el campo y vienen a mostrarnos sus habilidades campestres.
El predio está ubicado en Lucas Obes 1011 Asociación Rural, zona residencial en el prado de Montevideo.
Los preparativos son unos días antes del comienzo, ya que tienen que traer sus animales, artesanías, diferentes ropas típicas, es un movimiento impresionante, que con tanto orgullo año a año llegan a mostrar su sabiduría ya que la población montevideana muchos no la conocen.
El día de la inauguración es una ceremonia con la presencia de nuestro presidente.
Luego comienzan las jineteadas, se realizan en diferentes modalidades, compiten todo el interior del país, también invitados de Argentina y Brasil.
Es un paseo para toda edad ya que muestra y aporta cultura. Los entretenimientos son variados, con música, danzas, bailes, guitarreadas, payadas, etc. Se realizan en espacios abiertos y cerrados, también instalan todo tipo de ventas, artesanías típicas, manualidades en cuero, oro y plata, alimentación, es algo increíble como trabajan para esta semana.
En la mañana prenden el fuego y comienzan a asar coderos, el tradicional asado con cuero.
Visitan diariamente miles de personas y también llegan turistas de diferentes países. Desde niña siempre concurría con mis padres y luego de adulta sigo visitando la “Semana Criolla”. Es un paseo importante, están nuestras raíces, costumbres, vestimentas, música, etc, te emociona.
Invito a quienes nunca llegaron a visitarlo, no se arrepentirán, es un paseo que aporta a nuestra cultura tradicional.
Dinorah: El Uruguay como cualquier otro país tiene sus tradiciones. Éstas se van trasmitiendo de generación en generación. Hay algo de historia y algo de leyendas en todas ellas. Reconozco que el mate es una tradición, se ha extendido tanto que yendo por el mundo cuando se ve a alguien con un termo (recipiente para llevar el agua caliente con lo que se ceba el mate) y un mate (recipiente de calabaza curada) nos reconocen como uruguayos. Somos el mayor consumidor de yerba mate del mundo. Es la bebida mas tomada en Sudamérica pues en los últimos años se ha extendido a otros países. La yerba mate se estima que haya sido un cultivo de la selva paraguaya y la pampa hace 10.000 años. Hace unos 4.000 años se encontró en la sierra del yerbal ya domesticada. Los indígenas masticaban sus hojas y tomaban su infusión.
Hay huellas de esto. Se fue agregando algo para sorber una caña. En la actualidad los cultivos de Curitiba, San Pablo y Río Grande do Sud proveen la mayor cantidad de yerba. En nuestro país muy poco se cultiva. Es todo un ritual su preparación y muy importante el compartir.
Hace muchos años soy tomadora de mate y si no lo consumo más es porque mi estomago no me lo permite.
Silvia: Creo que una tradición original en Uruguay, es la de comer ñoquis los días 29 de cada mes.
La elegí porque significa una reunión de amigos y/o de familiares, en torno a una mesa. Un acto de COMPARTIR que resulta positivo desde varios puntos de vista.
Hace años que practico este rito gastronómico y es motivo para reencuentros con personas que quiero y no veo a menudo.
Por otra parte, quiere decir disfrutar de un plato que me gusta mucho y que no es frecuente en mi dieta diabética, por supuesto.
Juan Pablo: A ti ciudadano que vive fuera de la región donde está ubicado el Uruguay, me voy a permitir informarte sobre costumbres y tradiciones de este país. Hay muchos y como en toda región las mismas se han establecido en su mayoría en el pasado y tienden a tener modificaciones que se van gestando como toda actividad de seres vivientes y dinámicos.
Para comenzar podemos enumerar muchas de dichas actividades. Comenzaremos por los alimentos: fundamentalmente el tomar mate amargo, el asado con cuero o el asado de tira, las tortas fritas, el locro y la mazamorra. Los bailes: el cielito, el pericón nacional, el tango (junto a los porteños) el candombe y las comparsas.
En los juegos: carrera de sortijas, pencas cuadreras, la taba, el truco con muestra, el monte.
En la conversación algo muy actual en la ciudad: el “ta”, el “dale”, etc.
En lo personal yo voy a elegir “el mate” porque se nos indica que estemos involucrados.
¿Por qué la elijo?
Porque luego de compartir esta costumbre cuando niño, la había desechado hasta hace poco tiempo, como merienda que me aporta mucho líquido –que beneficia el organismo- y puede ser acompañado de comestible, de cereales necesarios.
No me llama más la atención e interés que el considerarla una fuente de hidratación y alimento.
La comencé a practicar en el presente y la mantengo porque la considero beneficiosa para la salud.
Cada una de la costumbres tradicionales que menciono al principio merecerían una descripción más extensa que no corresponde nos ocupemos ahora.
Santiago: Una tradición uruguaya, rioplatense y que iría más allá de la cordillera Andina es el “Arte Payadoril”. Viene a esta consideración en razón de que no aflora a mi memoria otra, tan significativa y relacionada con las tareas de nuestro taller.
No estoy involucrado en su práctica, como se pide en la convocatoria, pero como espectador, no asiduo, me parece un esfuerzo mental y memorial muy destacable y adecuado con nuestra tarea de recordar y relacionara.
El arte payadoril implica ir elaborando expresiones acerca de un tema o una temática en forma rimada, con acompañamiento instrumental y, con contraparte esperando entrar en acción; en la continuación u oponer otra posición critica. Se puede dar una continuidad o confrontación expresiva espontánea, acerca de hechos dados o puntos de vistas al respecto, recurriendo a la memoria y a la creatividad mental.
Su desarrollo la ha sido fundamentalmente en el medio rural, en la campaña o el interior como se suele denominar este medio y, no en tanto en niveles culturalmente más trabajados. Lo que en cierta forma le adjudica mayor merito a sus cultivadores.
Abordar y expresarse sobre algo, frente a otro que generalmente discrepa argumentando la demanda a nuestras neuronas una tarea que las activa; siendo ello un estímulo interesante a su función.
Payada: composición poética que improvisa y canta el payador. Generalmente se da de contrapunto entre dos payadores, porfiando y altercando con vehemencia.
Ma. Elena: El tradicional mate tiene su origen antes de la conquista española, ya que los distintos grupos y tribus indígenas que habitaban estas tierras del sur de America Latina lo consumían como una suerte de infusión milagrosa.
Su nombre fue dado en 1823, por el sabio naturalista France Augusto D. Saint Hilaire, quien lo llamó LLEX MATE.
Las plantas de yerba mate, nacen de lejanos tiempos; hoy en Argentina, Paraguay, Brasil, Estado de Río Grande do Sur, Santa Catarina, Panamá y Mato Grosso Brasil, y en nuestros departamentos: Treinta y Tres y Tacuarembó.
Con el paso del tiempo hemos comprobado, que el mate es la bebida nacional. Reúne familias y amigos, nos consuela cuando estamos tristes y solos, es el acarenciador de los extranjeros que llegan buscando nuevos horizontes, gallegos, tanos y rusos, etc. antes de aprender el idioma aprenden a tomar mate.
Desde el fundador de la nacionalidad, Artigas a quien todos sabemos orgullosamente matero y que imaginamos tomando mate en las dolorosas y talvez esperanzadas reflexiones del éxodo, dictando las famosas Instrucciones del 1813, o el Reglamento Provisorio de 1815, documentos que los colocaban como altísimo modelo político y gobernante. Siempre el mate en la diestra, y fielmente cebado por el fiel negro acompañando sus tristes años de vejez y desterrado en el Paraguay.
Elegí el tema del mate porque me pareció algo muy arraigado en nuestra sociedad. El mate lo conocí desde muy pequeña, porque presenciaba que en todos los lugares que concurría tomaban mate. Recuerdo que en casa, cuando vivíamos en el campo mi papa más o menos 11:30 aprontaba su amargo, el cual le agradaba tomarlo antes del almuerzo.
Me llama la atención cuando alguien me dice: “yo no tomo mate”. Es un gran aliciente para los estudiantes, principalmente cuando tienen exámenes, en las madrugadas de angustia, la somnolencia y hasta la “bronca” del lindo tiempo estival que se pierden encerrados, solo se disipaba con la ayuda del amargo.
Cuando íbamos de picnic con mis amigas y amigos a los 18 años aproximadamente, nos acompañaba el mate así fue que empecé a tomarlo y hasta el día de hoy mantengo esa costumbre.
“En momentos de angustia, solo en esos días que se ve todo escuro, apronto mi mate y a veces teniéndolo entre mis manos me sorprendo hablando con él ¡que bien me hace!