sábado, 12 de diciembre de 2009
Compartiendo uno de los momentos de la vida de Lilián.
De esto saco dos reflexiones:
1) Hay que preveer y planear mejor estos grandes acontecimientos.
2) Hubiera querido ser más demostrativa en agradecer a personas que te ayudan, después parten de aquí y no hay más oportunidades de decirles cuan importantes fueron en tu vida.
Compartiendo uno de los momentos de la vida de Dinorah.
Tradiciones.
Silvia: Creo que una tradición original en Uruguay, es la de comer ñoquis los días 29 de cada mes.
Juan Pablo: A ti ciudadano que vive fuera de la región donde está ubicado el Uruguay, me voy a permitir informarte sobre costumbres y tradiciones de este país. Hay muchos y como en toda región las mismas se han establecido en su mayoría en el pasado y tienden a tener modificaciones que se van gestando como toda actividad de seres vivientes y dinámicos.
Santiago: Una tradición uruguaya, rioplatense y que iría más allá de la cordillera Andina es el “Arte Payadoril”. Viene a esta consideración en razón de que no aflora a mi memoria otra, tan significativa y relacionada con las tareas de nuestro taller.
Ma. Elena: El tradicional mate tiene su origen antes de la conquista española, ya que los distintos grupos y tribus indígenas que habitaban estas tierras del sur de America Latina lo consumían como una suerte de infusión milagrosa.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Un hecho histórico: la dictadura uruguaya.
Adelina: "En aquellos años trabajaba en una tienda en la calle Colón (Ciudad Vieja). Era una época con huelgas, paros, manifestaciones, etc. Si no recuerdo mal el 27 de junio de 1973 tuvimos golpe de Estado. Fue algo horrible, no sabíamos que era vivir esa situación. Teníamos miedo, no se hablaba nada en ningún lado, nunca sabías quien era quien. Mi compañera perdió su hermano, está desaparecido, impresionaba mucho ver militares en la calle. Una mañana los ómnibus llegaban hasta Plaza Independencia, habían cerrado toda
Así estuvimos doce años, hasta que volvió la democracia, ojala que nunca más se repita algo así, por mi familia, por todos los uruguayos y mi patria que es maravillosa.
Santiago: "Ya vivía en Montevideo al comienzo de la insurgencia tupamara. Según mis recuerdos lo fue por encarar reivindicaciones de la clase trabajadora. Ante la explotación de la clase dominante, expresada fundamentalmente por la fuerza político partidaria encaramada en el Poder Ejecutivo en el gobierno de turno y sus medios de ejercicio del poder. Pero casi nada recuerdo de aquel entonces, ni me intereso ni me esfuerzo por hacerlo recurriendo a los medios de presa de la época.
Un hecho que conservo en la memoria es su intervención como taximetrista de un ex compañero de trabajo, en la marcha a la ocupación de Pando y creo que lo fue un 8 de octubre. Tampoco recuerdo quien ejercía la titularidad del Poder Ejecutivo el que posteriormente resultó detentado por el heredero de su titular elegido en acto electoral y que falleció al poco tiempo de acceder al cargo. Este luego recurrió a medidas prontas de seguridad, que en suma resultaba casi una dictadura pero con el funcionamiento del Poder Ejecutivo.
También en elecciones libres fue electo el estanciero Bordaberry cuyo hijo hoy lidera el Partido Colorado, resultando por segunda vez altamente votado en cuanto a su caudal. Este señor estanciero de Durazno combinó con los que tienen el poder de las armas, da el golpe de Estado en junio de 1973. A esta fecha ya había dominado la guerrilla y sus principales estaban presos, entre ellos Raúl Sendic que tuvo significativo papel en la movilización de los cañeros de Bella Unión.
Entre los actos protagonizados por las llamadas Fuerzas Conjuntas, recuerdo la matanza a mansalva de varios militantes comunistas en el local de Agraciad 3715 y otro acto deplorable que está actualmente evidenciando lo que fue haber apresado en Buenos Aires a García de Gelman, traída a Montevideo con un embarazo a término y que luego de tener a su hijita fue asesinada. Otro hecho fue llevar dos niños a Santiago de Chile y dejarlos abandonados en una plaza y que recientemente vinieron a Montevideo."
Dinorah: "En el grupo de Taller elegimos colectivamente hablar sobre la dictadura que se instaló en nuestro país en 1972, reflexionando sobre un momento histórico nacional.
Al comienzo de la dictadura trabajaba como enfermera en el Hospital de Clínicas, lugar que estaba muy vigilado desde el primer día. Allí vi llevarse un día y otro también a compañeros, algunos están hoy, otros desaparecidos.
Veíamos pasar por los corredores a los militares; recorrían el hospital el cual se prestaba según ellos para esconderse los sediciosos. Trabajábamos muy nerviosos en un lugar donde se requiere de una estabilidad emocional porque los pacientes lo necesitan para poder contenerlos y aliviar sus problemas de salud. Teníamos que presentar la cédula de identidad al tomar la guardia, lo que trastocaba el trabajo. Las colas que se formaban para ello y el estado en el que tomábamos el trabajo conseguían que tuviéramos miedo y bronca. Muchas madrugadas pasaba desvelada en la ventana cuando retumbaban las balas, con el corazón encogido y sin poder hacer nada. Casi no hablábamos pues no sabíamos si el interlocutor podía denunciarnos. La vida continuó, trabajando, criando nuestros hijos… Haciendo crecer a nuestro interior miedo, odio, pena, dolor…
Desde el momento lo veo como un quiebre, un antes y un después de la vida institucional del país, división de las familias, retroceso del ímpetu social de la juventud, haciéndolos más individualistas, menos pensantes. Pero tengo confianza en esa juventud que a pesar del mundo convulsionado en que vivimos, con sus valores de justicia, más temprano que tarde los dejen salir a flote."
Lilián: "Nos pidieron que habláramos de un hecho nacional ¿cómo había vivido la dictadura? Yo salí del I.NA.ME, años 70, o sea tenía veinte años. Si tú pasas encerrada de pupila en un colegio de monjas durante años, no escuchas radio, televisión, no ves informativos, no tienes idea de la realidad que pasa en el país. Tampoco me formaron con conceptos sobre democracia, dictaduras, esto sonaba muy ajeno a mi. En el 71 (21años) el I.NA.ME. consigue mi primer empleo, situado cerca del Palacio Legislativo. Un día a la tarde saliendo del trabajo, había una gran manifestación, flor de revuelo en la calle Agraciada, la gente gritaba, corrían, tiraban piedras, me sentí asustada. No comprendía qué sucedía. Me enteré después que mataron un estudiante llamado Liber Arce. En el 73 me ennovio, me visita todos los días, no era permitido entrar a la pensión así que nos quedábamos en la vereda de enfrente. Pasando un año, estando los dos juntos, nos detiene la policía, nos llevan a
Pregunté un día: - ¿qué es democracia?
Y un compañero muy asombrado dijo: - “Hay Rosa ¿cómo no vas a saber eso?”
Me setní avergonzada por no poder intervenir en las charlas. Mi amiga Susi me explicaba las cosas de a poco. Vencí la vergüenza para preguntar, si alguno me miraba mal por no saber, yo airosa decía: “vergüenza debe darte a ti por no aceptar mi ignorancia, pero si te pregunto es porque deseo saber y tu debes enseñarme”.
Se escuchaba radio en el trabajo y escuchábamos 730 a escuchar a Araujo ¡Uf…! Oyendo a este señor, me despertaba a hacer mil preguntas. Mis compañeros de trabajo me enseñaron lo que era: no estar en Estado de Derecho. Me fui enterando por comentarios que desaparecía gente. Que aparecían cadáveres en el agua. Y en cuanto a los movimientos musicales de entonces yo iba a verlos yo iba a verlos solo porque me gustaba mucho la música, no sospechaba que en las letras había mensajes para entre líneas descifrar. Pero yo no registraba toda la efervescencia que había en el país. Tenía mi cabeza ocupada con muchos odios, rencores, enojos conmigo, todo nunca hablado. No me sentía una ciudadana uruguaya con deberes y obligaciones. En mi alma había dictaduras no resueltas y por lo tanto no reconocidas. O sea que para ser receptiva con lo cultural y lo social de mi país, primero tenía que saber que pasaba en mí, quien era yo. Si estaría mal yo que por indicación de mi jefa me sugirió una terapia, de lo contrario perdería el trabajo. Le hice caso, en el 79 comienzo mi psicoterapia por diecisiete años, y fue como ir a la escuela. Aprendí a andar, desandando caminos mal aprendidos y les juro que no se los deseo a nadie aunque los resultados finales no tengo palabras para agradecer a la ciencia y a todas las personas que me ayudan a hacerme un poquito mejor y también a fijarme que cosas pasan en mi país."
María Elena: "Mucho antes de 1971 en el país se reflejaban problemas. El 28 de noviembre de 1971 se implantó la reelección de Pacheco Areco y no tuvo los votos necesarios para imponerla. Fue elegido presidente Juan María Bordaberry, candidato impuesto por el propio Pacheco Areco. En 1972 las Fuerzas Armadas torturaban en todo el país a cientos de hombres y mujeres, algunos de los cuales morían. El 14 de abril el parlamento con el voto de legisladores blancos y colorados aprueban estado de guerra interno. El 27 de junio de 1973 el Presidente Juan María Bordaberry disuelve el Parlamento por decreto. El golpe de Estado no fue una noticia sorpresiva, ya que la mayoría de la ciudadanía a raíz de todos los hechos ocurridos lo presentía. Fue una culminación de un largo proceso. Se habla del golpe de Estado más largo de la historia, en los que los hechos de junio son más que el último acto. En relación a estos acontecimientos no puedo ahondar mucho, ya que vivía en el interior y la información que me llegaba de lo sucedido no era mucha y allí se vivió esta época de otra forma a lo que era en la capital.
MIS ACTIVIDADES DURANTE EL PERIODO DICTATORIAL. Yo vivía en el pueblo 25 de Agosto, departamento de Florida, fundado por Ramón Álvarez. El cual hoy es llamado Villa 25 de Agosto. Allí vivía con mi familia y tenía una tienda la cual yo atendía, mi esposo tenía su empleo. En el año 1970 tuvimos la inquietud con un grupo de vecinos de fundar un liceo en nuestro pueblo, el cual se hacía necesario para que los jóvenes no tuviesen que viajar para poder continuar sus estudios. Lo cual generaba dificultades, sobre todo en épocas de lluvias copiosas, que impedían el cruce del Río Santa Lucía y sus alrededores. Alrededor de veintidós personas empezaron a trabajar con mucho entusiasmo, pero al encontrar dificultades económicas entre otras, se iban retirando de uno en uno, no habiendo posibilidades de que se realizara el cometido. Los que teníamos esperanza seguimos adelante, haciendo beneficios, recorriendo otros pueblos, ofreciendo bonos colaboración. En algunas oportunidades cuando las autoridades se hacían presentes para inspeccionar el futuro liceo, se pedía colaboración para brindarles un buen almuerzo. A veces nos resultaba difícil el reunirnos para programar las gestiones que se debían realizar, muchas veces le restábamos horas a nuestro descanso. En 1971 logramos cumplir una parte de lo que nos habíamos propuesto, el liceo comenzó a funcionar en
En 1974 fue posible comprar una casa antigua muy grande y con mucho terreno, al señor Alcides Lamela, la cual costó $ 18.000, lugar este destinado a nuestro tan anhelado liceo. Esto fue logrado gracias a la señora de Bordaberry quien aportó también en dicha ocasión. Tiempo después compramos un piano. Esta comisión estaba compuesta por cinco personas, Presidente: Walter Cruz, mi esposo; Vicepresidente: Rubén Martínez; Secretaría: Yolanda Devita; Prosecretario: Nelson Fernández y Tesorera María Elena Alcorta quien les cuenta. El día de los festejos por la compra de la casa me designaron a plantar el árbol de Artigas. Escolares, liceales y mucho público estaba pendiente de lo que yo hacía lo cual me puso muy nerviosa, y no sabía si meterme yo en el pozo o meter el árbol. Agradezco a mis compañeros, todas las personas que de alguna manera contribuyeron para que la fundación del Liceo fuera una realidad.
REFLEXIONANDO SOBRE EL PASADO. Hoy vivo con mucha esperanza que en mi querido país no vuelva a haber dictadura. Fue una época muy triste para nuestro país, la cual desearía que no vuelva a pasar nunca más, por mis hijos, mis nietos, por todos los seres que quiero tanto y por todos los uruguayos, sobre todo por los jóvenes, para que puedan labrar un futuro tranquilo."
Historias de conquistas amorosas
Lilián: "En los años 70 las conquistas eran de diversas formas. En casos había reglas a respetar. Era más protocolar. El varón generalmente debía asistir a la casa de la familia de la chica y hablar con sus padres. Ellos conversaban y preguntaban sobre las intenciones en la relación. Se daba una importancia muy grande a la virginidad, causando diversos conflictos internos, porque si eras virgen todo iba bien, de lo contrario eras una mujerzuela. Claro que no pasaba en todos los casos. La iniciación sexual de la mujer era mucho más tardía que hoy. Las parejas se formaban en cualquier entorno, ya fuera conocer a alguien caminando por la calle, en un club, reunión social o bailes. También se daba por entendido que era el hombre quien pagaba los gastos en las salidas de la pareja. Jamás se me ocurrió ni tuve que pagar como mujer algo. A mi me gustaba mucho ir a bailes y creo que es la mejor forma de conocer y seducir para la pareja.
Ir a un baile sin pareja requería muchos aprontes, llevabas el mejor vestido que tenías, no se usaba tanto el pantalón para vestir. Te pasabas casi todo el sábado en peluquería, hacerte las uñas, los peinados recogidos, altos con bucles. Maquillaje de varios colores en los ojos para remarcarlos y mascara de pestañas abundante.
Cuando ibas sin pareja a bailar te quedabas parada en el circulo que rodea a la gente bailando, estando a la espera que algún mozo en forma gestual, te dieras cuenta que te invitaba a salir a bailar. Lo peor que podía suceder era que interpretaras una señal como para ti, pero era para la persona que estaba a tu lado. Eso te hacía sentir algo incómoda, ahora me acuerdo y me causa gracia.
Al salir a bailar era común te invitaran un refresco y se entendía que el varón tomara ocasionalmente alcohol. Aclaro que los varones iban muy bien vestidos, con corbata, bien afeitados y algún engominado se usaba en aquella época.
Pero la parte que más me gustaba de todo esto es que el hombre al bailar te tomaba de la cintura, mejilla con mejilla. Y si estabas bailando lento, y te hablaban al oído, si además era un hombre bien parecido y con perfume… ¡Uf! Era un embrujo total. ¡Maravilloso! Yo… extraño la música lenta y bailar apretadito. Después te acompañaban hasta tu casa, pedían tu número de teléfono, unos besitos y así comenzaban las relaciones de pareja."
María Elena: "En una etapa escolar donde la persona se encuentra en un período intermedio de adolescencia y niñez, se comienzan a generar sentimientos, en parte infantiles hacia otras personas, es solo un sentir. En fiestas, cumpleaños de quince, bailes, se generaba un ambiente más amistoso que a veces no llegaba a una cosa formal.
Las reglas impuestas por los padres en casi todos los hogares por los padres eran distintas a la actualidad. Muchas veces no se permitía que el novio visitara todos los días. En algunos casos se debía hablar con el padre de la novia antes de hacer la visita, este imponía las normas y el novio daba fe de cumplidor. En mi caso me gustaba salir, disfrutar y mirar a los jóvenes sin establecer ninguna relación formal, ya que al no vivir con mis padres creía que esa situación iba a ser un problema.
Hasta que un día fui a un baile en el club de mi pueblo, donde se representaban muchos espectáculos a beneficio del fútbol. Yo actuaba en una obra “Bazar de muñecas”, vestía un largo traje estampado de gitana, con unas largas trenzas. En el momento que andaba vendiendo bonos colaboración le vendí a un joven, al cual no conocía, me invitó a bailar y tiempo después se convirtió en mi esposo y padres de mis hijos."
Adelina: "Eran épocas muy diferentes, siempre salíamos con Mamá o nos iban a buscar a un cumpleaños. Se combinaban una vez cada una las llevadas o las traídas.
Recuerdo que a mi esposo lo conocí cuando tenía trece años. Papá tenía un cuadro de baby fútbol, se llamaba Olimpia J.R. y al año de jugar ahí nos ojeamos, quedo por esa, éramos niños.
Un día salí de trabajar y él andaba en la zona, nos saludamos, me preguntó si me comprometía, le dije que no, conversamos un rato y se fue. Coincidió verlo dos o tres veces más pero nada. Era raro para mi: '¿qué anda haciendo por aquí tan seguido?' Hasta que un día me dijo: 'El sábado vengo'.
Teníamos amigos en común y ahí nos vimos. Yo dije: '¡Ahora se me va a declara!' Ya tenía dieciocho años y así fue que valió la pena la espera. Hace cuarenta y un años de casados, con dos hijos divinos."
Dinorah: "En 1949 con mis quince años y siendo muy romántica por supuesto, soñaba con el galán. El cine con sus buenos mozos alimentaba esos sueños. Las conquistas amorosas de esa época no eran para todos igual; siempre hay personas más tímidas y otras más audaces, pero en general los primeros pasos eran solo miradas al pasar y luego darse vueltas varias veces. Era la invitación a acercarse, se decía dragoneo. Hoy los jóvenes se ríen ante esa palabra, otros son los códigos y como se los denomina.
A la distancia de los años lo siento aún uno de los pasos más lindos en la conquista amorosa.
A mi me conquistó un hombre audaz; le jugó a su amigo una cerveza a que le sacaba la rubia al muchacho que bailaba conmigo. Así fue y el romance duró dos años hasta el casamiento. El flechazo de ambos fue en él instantáneo, según lo dijo, o quizá comenzó como un juego y luego se fue enamorando. En mi quizá no fue a primera vista pero no demore en enamorarme muy mucho, la prueba son cincuenta y cuatro años de matrimonio, mucho tiempo para sortear las vallas que encontramos en el camino."
Juan Pablo: "No creía que existieran temas que me resultaran difíciles de encarar, pero así es. A través de más de cuatro décadas de vida, de la búsqueda de la felicidad, han sido varias las oportunidades que fui atraído por el sexo opuesto y como mucho –sino todos- mis éxitos y fracasos se alternan, más estos que aquellos.
Mi ingreso a la vida sentimental fue demorado por una acentuada timidez, que en la medida que avanzaba mi madurez constataba las oportunidades que no me había atrevido enfrentar a pesar de que los desafíos eran evidentes y en la juventud uno no se puede perdonar y se maldice cuando ya el tiempo no vuelve atrás.
En la ya lejana juventud, quién esto escribe solía realizar vuelos de taxi aéreos para un aeroclub que ya mencioné. En una oportunidad realicé un vuelo de más de cien kilómetros con un señor Juez a un establecimiento ganadero del norte del país donde…
¡Ah! ¿Creían que les iba a hacer una historia agradable, verdad? Pero no puedo hacerlo, por lo tanto se sentirán defraudados.
Según el título, menciona conquistas ¿pero quién conquista a quién? Antes se creía que el hombre era el que conquistaba, pero quizá más que eso él es el conquistado y la dama la conquistadora.
Quién esto escribe aún mantiene una conquista pendiente, lo intentó, hago todos los esfuerzos posibles, la persigo siempre y ella me esquiva y nunca la alcanzó, creo que voy a dar su nombre porque es muy conocida. Se mantiene hermosa, joven y deseada, cuando lo diga los sorprenderé y lo tendrán que pensar pero me darán la razón. Bien, voy a hacerles una confesión que espero se mantenga en secreto y no salga de este recinto. También debo confesar que no solo quien habla es quien corteja esta dama, pero todos sufrimos y corremos suerte similar. Y aun más ya que estoy desnudando mi pensamiento y mi sentimiento y aun con el riesgo de ser condenado por la justicia y la sociedad y se nos acuse de bigamia debo confesar que son dos estas damas soñadas y con muy similares atributos. Por mi parte nunca perderé las esperanzas de que alguna de ellas me permita disfrutar de sus virtudes… Y bien, no puedo hacerlos esperar más, voy a decirles quienes son; me refiero a la felicidad y a la utopía."
Un momento histórico internacional: la Revolución Cubana
Dinorah: "En 1959 cuando sucede en América Latina uno de los acontecimientos internacionales que conmovieron al mundo, yo tenía 20 años. Hacía un año de casada. Seguía con interés y angustia lo que sucedía en Cuba, con pocas voces que la defendían y muchas que la atacaban. El periodismo que siempre está con los gobernantes de turno (salvo excepciones) todo el día se ocupaban deformando la realidad, pues de allí salía al exterior lo que al dictador Batista y a las agencias noticiosas del mundo les servía que se difundiera. El mundo estaba dividido entre Rusia y Norteamérica; entre los que estaban con los combatientes de Cierra Maestra y los que servían al dictador desde dentro y desde fuera de la isla. Han pasado cincuenta años y ese pueblo sigue sufriendo el bloqueo indigno que no le permite seguir su modelo de vida comercializando con todos los países. A pesar de esto ayuda con su conocida solidaridad a los pueblos que lo necesitan enviando médicos y maestros. En esta Revolución conocimos al Che, el revolucionario internacionalista que es ejemplo en el mundo hasta el día de hoy, cincuenta años después…"
Santiago: "Aunque me interesaron los hechos y movimientos incidentes socioeconómicos acerca de la clase que me correspondió integrar por mi condición de trabajador asalariado,
Silvia: "Recuerdo básicamente el impacto de la presencia en Montevideo de Fidel Castro, que entusiasmó a todos, especialmente a los que teníamos su edad. Es un hecho que provocó admiración sin duda en su momento. Estaba en plena tarea de construir mi vida profesional y fue una época fundamental y muy positiva para mí."
Adelina: "El 13 de agosto de 1926 nacía un niño que se llamaría Fidel Castro. Sus padres eran españoles (Galicia). Fue bautizado a los cinco años en la ciudad Santiago de Cuba, sus estudios fueron en colegio católico, excelente alumno y estudiante universitario, en 1950 finalizó su carrera como abogado. En 1953 ya tenía formación marxista y leninista, atacó el cuartel de Moncada, la lucha fue contra el régimen de Batista que había dado un golpe de estado en marzo de 1952.
Es esa época yo era una niña de diez años, recuerdo haber escuchado a mis padres hablar del tema, sobre
María Elena: "El pensamiento revolucionario Cubano tiene un sostén filosófico, ideológico y social mucho más profundo con el pensamiento y la acción organizativa de José Marti quien dedicó su vida adulta a la lucha por la independencia. Martí creo el Partido Revolucionario Cubano con el motivo de reunir cubanos con las mismas ideas. Se llamó Revolución cubana al movimiento revolucionario que comenzó que comenzó con la insurgencia que se opuso a la dictadura. El nombre ha pasado a definir un periodo histórico tras el triunfo del 1ro. de enero de 1959, diez días después nació mi primer hijo."
domingo, 18 de octubre de 2009
Mi lugar actual
Su característica que sobresale es que las fachadas del frente de las casas son todas iguales. Hechas en el año 1885, con techos muy altos con rieles, vigas muy fuertes y abovedados, tienen de alto como de 5 metros.
Las casas están pintadas por Bellas Artes, de diferentes colores fuertes. En mi calle las pintamos cada dueño de colores fuertes igual a la calle Emilio Reus.
Otra característica de mi barrio es que hay varios comercios cerquita de casa, también existen almacenes, no como los de antes que envolvían con papel de estraza. No es necesario tomar un ómnibus para ir a comprar ropa, zapatos o telas todo está en el barrio.
En tiempos de bonanza económica no se puede caminar por el barrio porque vienen desde el que vende en el ómnibus, gente que viene en excursiones desde el interior para comprar en los comercios ya que son mayoristas.
A mi casa la he ido arreglando de a poco desde hace 33 años, se caían los revoques del techo mientras dormíamos. Pero fue arreglada, techos, pisos y puertas; las piezas son amplias.
Yo tenía la fantasía de tener un comedor con mesa grande, me gustaba reunir a amigos y familia en una mesa larga. Hemos hecho varias reuniones, despedidas de soltero o fines de semana para jugar con compañeros de trabajo.
En esta casa viví todo lo más importante que tuve que hacer en la vida para ser más feliz.
Una tarde de invierno tocaron timbre, atendió mi suegra que vive en planta baja. Un matrimonio preguntó por mí y dijeron ser mis tíos. Mi suegra, mi marido y yo quedamos muy sorprendidos. Se sabía que yo no contaba con familia biológica, me sentía como una extraterrestre. Los atendimos, estábamos todos llenos de ansiedad, me fueron contando la historia de la familia. Me ofrecieron su casa, su cariño. Yo no tengo palabras, me quedaron chicas las palabras para expresar sentimientos de antes y después de saber mis orígenes, mirado a la distancia de 18 años. Fue una de las cosas más importantes vividas en esa casa.
La casa para mi es como un templo en donde te reunís con amigos o absolutamente sola para reunirte contigo misma. Me reúno de vez en cuando con el Ángel de la casa. Todas las casas tienen su ángel protector. Yo lo hago para visualizar en mi interior, le pregunto para que me ayude el Ángel a decidir qué color me haría feliz, qué decorado me sentaría muy bien. Después de un largo rato escribía, lo comentaba con mi esposo y después el Ángel tenía que ayudarme a encontrar dinero para hacerlo. Juro que fue en este último año sorpresivo como logré arreglar, pintar, y se dieron las cosas como para que mi sueño se cumpliera. Faltan detalles que tengo que reunirme otra vez con el Ángel para que me ayude a seguir poniendo a nuestra casa como lo sueño en mi mente.
En esta casa adopté a mi suegra como si fuese mi madre. Como no tengo jardín que es mi sueño, compré un mural de un jardín parque de Holanda, forré toda una pared, muy colorida toda de tulipanes. Y en otra pieza de estas, tengo un papel tapiz con un paisaje con montañas, verde-cielo, y a mi manera cumplo mis sueños. Vivo con mi esposo desde hace 36 años, y en esta casa hemos amado, hemos odiado, hemos perdonado, hemos crecido como personas los tres. No quiero dejar a mis mascotas, 2 perros que contribuyen muchísimo a nuestra evolución, felicidad.
Hoy 15 de octubre a las 15:00 horas hago 33 años de casada, mi esposo hoy está contento.
También estas paredes saben de todo lo que he tenido que resignificar de la vida y armar a Lylián Soria, que fue un puzzle muy engorroso de armar. Pero lo armé!!!
Lylián.
Es el lugar último de mi desapego – al quedarme sola, luego de una experiencia de 10 años en mi apartamento, decidí instalarme en un hotel de Montevideo. Esto significa, con sus luces y sus sombras, una total independencia y seguridad. Pero significa también, sobre todo, vivir en una habitación, con todo lo que representa, para alguien como yo que no es para nada minimalista en su entorno, concretarme a pocos muebles, pocos cuadros, pocos objetos, pocos libros.
Este obligado desapego lo hace diferente, haciendo posible comprender, aceptar lo ineludible de las separaciones que sufrimos en esta existencia.
Extraño el espacio, mi cocina, la posibilidad de recibir amigos en una verdadera casa, pero existen compensaciones en cuanto a la tranquilidad, a confort, a tener soluciones fáciles e inmediatas. Elegí una de las mejores manzanas de Montevideo, San José, Yaguarón, Ejido, 18.
Es fácil vivir esta etapa de reflexión, de apaciguamiento y de soledad. Sin dramas, con proyectos.
Silvia.
Al tiempo de fallecer Esther (hace unos 11 ó 12 años) decidí dejar de vivir en el centro, donde residía desde 1955 en Soriano casi Ejido y se dio la oportunidad de mudarme a Miguelete y Sierra.
En un edificio de apartamento en esa ubicación se daba que podría pasar a ocupar uno. En tal edificio vivía, y aún lo hace, mi prima Doris, también oriunda de las costas del Cabrera, aunque criada en el pueblo de Casupá.
Se trata de un lugar que dista una cuadra de la que fue la cárcel de Miguelete, cuya edificación muy deteriorada aun se mantiene en pie. Donde era su entrada y sus pabellones inmediatos hay un taller escuela de diseños.
Para mi es simplemente un lugar. Tiene muchas líneas de transporte de pasajeros que comunican con muchos otros barrios y con lugares de la zona metropolitana (Las Piedras y varios lugares de Canelones, Playa Pascual, Rincón de la Balza, Delta del Tigre que hoy constituye Ciudad del Plata: por estar al margen de Río de la Plata, que a su vez recibe el aporte del Río Santa Lucía cuya corriente, en algunas gotitas, se va acrecentando con el aporte del gran amigo el arroyo Cabrera en virtud de que este volcaba y vuelca su caudal al Casupá y este lo hace al Santa Lucía).
Para mi la diferencia con el Centro es que no hay lugares donde podría “matar el tiempo” usando para dar una panorámica este dicho muy común y muy gráfico. Esto ha hecho que me sienta como encerrado ya que no hay núcleos activos en lo cultural, político, o de distracción.
Como negativo veo el alto índice de contaminación aportado por el alto número de vehículos automotores que circulan por Miguelete, máxime los domingos en que la reciente centenaria feria de Tristán Narvaja corta las calles Colonia, Mercedes, Uruguay, Paysandú, Cerro Largo, Galicia y La Paz.
Me retrucarán que no es lejos del Centro y que con un poquito de disposición y una mínima porción de voluntad las comunicaciones con el Centro no resultarían tan problemáticas. Pero si no se dispone de ello cuesta superar aquella barrera que uno levanta de seguro para no hacer lo debido.
Y, aquí me pregunto para que sirve este trabajo o de apreciar o describir lugares, componentes, situaciones que hayan marcado espacios vitales cuando ya estamos en los tramos finales de nuestro andar el camino y, lo que sí estamos necesitando es acordarnos donde pusimos algo que hace apena minutos y algunas veces solo segundos teníamos a la vista o, en nuestras manos.
Santiago.
Trataremos de reflejar la realidad de un lugar de nuestro país, donde hemos decidido tener nuestra segunda residencia, la ciudad de Las Piedras en el Departamento de Canelones. Es una ciudad de casi cien mil habitantes, 4ª. y 21ª seccional policial, a la cual se puede acceder desde la capital del país y la ciudad de Canelones por Ruta 5; del Oeste por Ruta 48, y 67 del Este, como así también es cruzada –la ciudad- por la vía del ferrocarril, como así también otras vías de transito de menor importancia.
Esta ciudad dispone de un número importante de comercios, de mucha importancia, no menos de diez supermercados; también tiendas, muchas de ellas sucursales de las más importantes de la Capital, y además todos los rubros comerciales. En las horas del día cuando los diversos bancos y oficinas públicas están abiertas, el tránsito por Avenida Artigas –su calle principal- como todas las demás adquieren en elevado movimiento. Aquella, por su movimiento es comparada por su circulación con 8 de Octubre o Agraciada del Paso Molino. Este movimiento lo producen las numerosas villas que están en los alrededores de la ciudad que no son menos de doce o quince con numerosos habitantes.
Las Piedras tiene una sola plaza pública en el centro de la ciudad, lo que significa un déficit en cuanto a espacios de esparcimiento. Dispone de instituciones de diversa índole; Rotary y Leones como instituciones internacionales de servicio, Juventud y Solís, sociales y deportivas, esta última con piscina de competición. Esta también la Sociedad Criolla Artiguista, importante sociedad tradicionalista regional.
Existe también un importante hipódromo, que supo tener su auge en el pasado y sostuvo el deporte del turf durante el largo período que el de Maroñas estuvo cerrado. Junto al mismo está el amplio Parque Artigas, donde se ha instalado un mausoleo en homenaje al soldado desaparecido de la época libertadora.
También en los aledaños está un campo de deporte aun inconcluso, que una vez terminado alcanzará buen destaque.
Tiene también Junta Local de mucha importancia, pero sin ninguna autonomía, que la transforma en mera oficina recaudadora.
CX 147 una de las dos radios de la ciudad tiene un largo alcance lo que le da enorme importancia, con amplia y buena programación.
La higiene de la cuidad se realiza de forma mixta, en los barrios con recolección y en el centro por medio de contenedores similares a Montevideo.
La seguridad de la ciudad es tan endeble como en toda la zona metropolitana, tanto en el centro como en los barrios es muy alto en número de hurtos y rapiñas que se realizan.
En este escenario, quien esto escribe, tuvo su negocio durante casi treinta años en una zona céntrica, a dos cuadras de la plaza.
Las Piedras es una ciudad con mucha edificación antigua, que prevalece sobre la moderna. La mayoría de sus habitantes son inmigrantes del norte del país los cuales se pueden contar por decenas de miles de ciudadanos de todos los puntos del país.
Hemos escuchado muchas opiniones sobre la ciudad y su gente, la opinión que damos cuando nos preguntan, es que todo lugar y su gente es linda o buena, ello depende de nosotros; si queremos a su gente y buscamos la belleza la encontramos en todos los lugares, aunque una primera impresión no sea positiva.
Juan Pablo.
martes, 13 de octubre de 2009
Mi lugar de origen
Íbamos con mi hermano al colegio “San Vicente de Paul” (Hermanas Vicentinas).
Quedaba en Reconquista y Misiones, nos llevaba la camioneta del colegio ya que mis padres no llegaban a casa en esa hora.
A la vuelta de casa está la iglesia “Nuestra Señora del Lourdes”, es hermosa.
En aquella época teníamos en la cuadra y en la manzana todo tipo de comercios, almacenes, carnicerías, panaderías, jugueterías, bazares, sastrerías, bares, kioscos, era muy populosa. Estaba una academia de baile por Florida, no era un barrio para niños, siempre teníamos que estar adentro. A los nueve años nos mudamos a la Ciudad Vieja.
Adelina.
Cuanto me agrada comenzar a realizar esta tarea que me exigirá hacer un esfuerzo de memoria, recreando la misma desde la lejana década de 1930 hasta la emigración en el lejano ya final de la década del sesenta, casi cuarenta años de vida, que mirados a la distancia y en conjunto, veo una etapa prolongada, que la mirada retrospectiva la presenta como agradable, con una formación en ambiente de clase media modesta, con criterios firmes sobre el trabajo, la honradez, la sinceridad, el valor de la palabra y el valor inviolable que significa el compromiso establecido por esa misma palabra, con un valor moral superior al documento escrito.
Al pasar quiero manifestar un criterio que se me ha revelado acá en el sur del país.
Cuando llegué acá, al sur, me sorprendió aquello que era inexistente en mi lugar de origen: el “mañana vengo”, “la semana que viene te pago”, “el martes comienzo a trabajar”, “¿me prestas tanto?”, o “¿me prestas el martillo?”, etc.
Acá es como si no se prometiera nada, quien esto escribe lo consideraba inconcebible y que en mi concepto descalificaba a aquel que procedía con irresponsabilidad y lo sentía por él, sintiendo que me estaba robando mi ilusión de lo que está bien y es lo correcto.
Y sigamos con el recuerdo de la niñez, con la imagen de mi pequeño pueblito, con sus calles de pedregullo, con lindas cunetas para caminar por ellas cuando llovía y el agua cubría nuestros pies descalzos, mientras el agua caía sobre nosotros y no sentíamos el frío aunque el mismo reinara.
En el verano, el fin de semana imponía la concurrencia al monte y la ribera del arroyo Santa Ana o aún mejor y más lindo al río Queguay (25 Km.) dónde sus aguas corrían con rapidez y con fuerte rumor; a su borde una amplia galería que permite el baño en las aguas y el descanso de sus sombras.
Pasmos a los aledaños de Guichón, que es la población que es la población a la que estoy aludiendo.
La cuchilla de Haedo que sirve de límite con el Departamento de Río Negro cae en suave declive de hermoso verde moteado de palmeras que por cientos embellecen la campiña regional.
En 1957 festejamos el cincuentenario de la declaratoria de centro poblado por el parlamento, instalando una estela de homenaje al fundador Pedro Luís Guichón.
En la oportunidad se creó el escudo de la ciudad que dice: “Cordialidad y trabajo son Palmas de Guichón” como versión al trabajo y a la cordialidad de sus pobladores que según versión de los visitantes es una de las características de sus habitantes.
A pesar de que quizá pueda ser muy extenso me voy a permitir relatar dos episodios más de mi ya lejana juventud.
A principios de la década del cuarenta, concurría a buscar la carne -comprar- a la carnicería en la cual nos proveíamos para el hotel de mis padres por adopción, donde quien escribe trabajaba; en una oportunidad fui testigo de una solicitud que hoy acá en el sur se hubiera entendido como una broma e intento de “cuento del tío”. Había una señora muy humilde, no recuerdo su nombre pero sí que le decíamos “la gangosa” por su forma de hablar debido a un desperfecto que tenía en su labio superior, con su particular forma de hablar le dice al carnicero: “Don Miguel no me da veinte centésimos de pulpa y ochenta de vuelto que mañana le traigo el peso”. Dicho hoy acá provoca la hilaridad generalizada, sin embargo en esa época y a casi 400 Km. al norte, aquél era un pedido muy normal, el favor era pertinente a un cliente de todos los días, y el cumplimiento de la palabra no se podía olvidar, estaba garantido y el carnicero podía contar con ese dinero para el día siguiente.
Otro episodio en la misma carnicería, quien escribe, años más tarde además del hotel que trabajaba, cumplía las ocho horas en un escritorio rural frente a aquella carnicería mencionada. Una tarde mi empleador y otros compañeros de trabajo cruzaron a la antes mencionada, según me informaron a degustar los derivados de una pequeña “yerra” realizada en las cercanías del pueblo. Supuse que serían algunas costillitas de cordero y alguna otra carne asada a la parrilla en algún pequeño fogón pueblerino. Quien habla, como funcionario de menor rango debía quedarme hasta que vinieran a relevarme. Así fue, y cuando llegué al fogón encontré lo que me habían dejado y me dijeron que eran el producto de la castración de los terneros, que se realiza para engordar a los novillos.
Mi primer reacción fue de desagrado, pensé que me estaban haciendo una broma, pero ante la seriedad de quienes me lo decían y su insistencia accedí a probar aquello, los testículos del ternero, huevos, como vulgarmente se le dice en el campo.
Pero que rico, su textura y paladar lo transformaban en un rico y delicado bocado, incomparable sabor, quizá similar a un producto del (mar) océano Pacífico que degusté en Santiago de Chile y me dijeron o figuraba en la carta como “loco”.
Era un buen convite, pero si hubiera sido una broma no me desagradó. Después he de confirmar que es un fino y agradable bocado.
Juan Pablo.
Estoy convencida que marcó mi trayecto de vida, por supuesto junto a los genes que señalan nuestra forma de ser.
Hasta hoy muy lejano en el tiempo “el Cerro” es mi barrio, a pesar que sólo viví 16 años. La costa al sur y el cerro al suroeste dan al barrio un panorama como ningún otro de la ciudad de Montevideo.
Casi 60 años viví en otro lugar, y a pesar de haber encontrado allí mi compañero, haber nacido mis hijas y transitado muchas etapas, sigue siendo el cerro mi barrio. Vivía en una casa de madera y chapa, humilde pero acogedora. El trato con mis vecinos era bueno, me apreciaban y cuidaban a mi y a mi hermana, mientras mi padres trabajaban. Fue también el escenario de mis primeros encuentros con mi futuro esposo, y la etapa más larga que conviví con mis padres y mi hermana.
Dinorah.
En la ruta 11 que va a San José, más o menos km. 67 entrando por un camino a poca distancia, estaba mi casa. No teníamos vecinos ya que éstos vivían sobre la ruta.
Tres eucaliptos altos y los demás árboles abarcaban una amplia gama dentro de aquel paisaje hermoso que rodeaba la casa, acompañada de diferentes plantaciones y el tambo. Después de ordeñar se ponía la leche en tarros altos en una enfriadora y un carro se llevaba a la ruta por la cual pasa un camión que la transportaba a Conaprole. Muchas gallinas y patos, mi madre premiaba al que recogía más huevos. Mi papá hacía fuego y ponía a tostar el maíz, luego lo llevaba a la tahona y se convertía en rico gofio.
Nunca me olvidaré el tiempo que venían con las (…) y los empleados para hacer las cosechas. En el día se trabajaba mucho y por las noches todos rodeaban un gran fogón, donde la guitarra, cantos, anécdotas, alegraban muchísimo y se aprovechaba el fuego para hacer la cena. Disfrutábamos mucho del contacto con la naturaleza, era una vida muy diferente a la del pueblo. Hoy paso por el lugar, la casa ya no está, me emocionan muchísimo todos aquellos lindos recuerdos que llegan a mi mente, solos están los tres eucaliptos marcando el lugar: “aquí vivías”.
Maria Elena.
Allá por el otoño del 27 vine a este mundo. Lo fue en la orilla izquierda del arroyo Cabrera, departamento de Florida. Se trata de un arroyo de mediana extensión, sin lagunas profundas y, con una corriente muy agradable en el Paso Real donde cuenta con una calzada para facilitar el paso de carros y carretas. Si bien no se trata de tener llamativo caudal propio, mucho se acrecienta con las lluvias, dado que los campos se inclinan bien a sus orillas sin arboladas y, le aportan buena cantidad de agua cuando llueve. Esto y las vertientes que le dan vida en el decantamiento de Cerro Colorado, lo hacen un arroyo de sostenido caudal, acotando sus vecinos no haber presenciado un corte ni en las peores sequías. Su arbolada comienza a presentarse desde el Paso Real, o sea desde el camino que nos permitía ir a la estancia de Villamil, pasando Millán y, a los pobladores de Casupá y Reboledo, desde donde, tomando tren o motocarro podíamos ir a la capital o a Melo y Treinta y Tres y Río Branco.
Este comienzo del monte distaba unas diez cuadras de mi rancho y de allí sí se prolongaba unas cuarenta cuadras hasta la desembocadura con el Casupá, que ya venía con el aporte del Chamamé y el Chileno. Ahora acotan algunos que los plantíos de eucaliptos próximos a su cauce le estarían agrediendo por el hecho de chuparle de su agua. Yo tenía una relación muy afectiva. Jugaba en sus corrientes cristalinas sobre arena gruesa entre la laguna posterior al Paso Real y de la menor entidad que daba a nuestro campo, a la que seguían corrientes sobre arena, casi hasta la chacra de Semperena. Sus crecidas desbordantes me daban el trabajo de sacar los animales que la cañada aledaña a mi rancho, como una especie de ramal o desvío, dejaba encerrado en el potrero y, las crecientes al romper los alambrados me obligaban a la reparación de los zarzos en cuestión. Cosa que para mi no dejaba de ser una interesante tarea.
También en su caudal criollo (solo tenía un sauce llorón) cuando venía de la escuela me agradaba hacer los deberes a su sombra. Con frecuencia me iba corriente arriba cerquita de sus orillas a casa de Celso y de Ariel y, a lo de China Cerdeño en procura de ratos compartidos y, a lo de tío Ángel en procura de los frutos de sus enormes perales.
En el verano del 35 unos vecinos de la 4ª de Lavalleja que formaban parte de un movimiento opuesto a la dictadura de Gabriel Terra acamparon por unos días a la margen derecha de Cabrera frente a nuestra chacra donde el monte era algo más voluminoso y tupido. Me acuerdo que le carneaban capones ovinos al tío José María y colgaban sus cueros en el alambrado que dividía ese campo con el de tía Juana.
En el 39 cuando estalló la 2ª Guerra Mundial y mi hermano Rafael puso a reapertura una carpintería en Reboledo, mi tío Ángel en encargo al comisionista, llamado comúnmente el Correo, que desde la pulpería y almacén y también sede de carreras de caballos del vasco Facheli hacía el recorrido a Casupá transportando pasajeros y encomiendas en un viejo Ford, le trajera “La Mañana”; también había otra línea que iba a Minas y que sí era oficialmente correo dado que en lo de Facheli la Agencia 31. desde y a Casupá lo hacía pasando por la cuchilla de Figueredo, Paso de los Troncos (lugar este donde J.G. Artigas supo tener un campo y en cuya portera luce una placa conmemorativa y lugar donde en cierta fecha patria salen paisanos a caballo para ir a la Piedra Alta en la ciudad de Florida).
Ni que decir que mientras el diario “La Mañana” que yo iba a buscarlo para después llevárselo al tío aprovechaba para leerlo.
La nuestra era una zona de pequeños establecimientos de 45, 90 y 150 cuadras que en algunos casos se usaban como chacras en donde se cultivaban maíz, trigo, avena y en otros predios se priorizaba el ganado ovino y vacuno; sin dejar de tener gallinas y cerdos y algunas plantaciones para el consumo de porotos, papas y boniatos y otros.
Por aquellos tiempos del 30 y algo, nos visitaban turcos que vendían vestimentas y cosas por el estilo. También venía de Casupá don Jacinto Carrera con su carro tirado por caballos y vendía productos de consumo como yerba, arroz, azúcar, fideos, etc. y se llevaba huevos y pollo para la gente del pueblo.En el primer lustro de los 40, mi madre doña Concepción Recuero se vino a Montevideo y me trajo a la casa de mi hermano Florencio que moraba en las viviendas de ANCAP, en la Teja, a pocas cuadras de donde habría nacido nuestro presidente Tabaré Vázquez.
Nuestro escritor Eduardo Galeano dice de recordarse significa: volver a pasar por el corazón. Y por muchas razones no puedo y no deseo pasar por el corazón; allí no sólo hay recuerdo, hay emociones malas, intensas y buenas. Lo que pasó, ya pasó.
Vivo en Montevideo desde que nací, no conozco el Uruguay, sólo la capital. En cierto modo hay suerte porque en mi país no hay terremotos, volcanes, huracanes, sólo alguna inundación en el interior.
Mi país no es muy alegre, la pasión más fuerte es el fútbol. Su gente es tranquila, a veces demasiado tranquila en mi opinión.
La gente que viene del interior es muy hospitalaria y hasta muy generosa y ese aire de inocencia y frescura que no les lleva a desconfiar de algo o alguien.
Sus barrios son grises, no se arriesgan a los colores. Que lástima que tampoco se preocupan de sus jardines o balcones con flores.
La gente adulta no se divierte como los españoles que los estimulan dando clases de baile y competir.
Existen lindos parques, el Rosedal del Prado, Parque de los Aliados y lo más lindo para mi es que cualquiera puede ir a la playa en ómnibus y hasta a pie, ya que no quedan tan lejos. Otros países no tienen playas.
También se puede ver el cielo límpido porque no hay amontonamiento de rascacielos.
Existe también mucha pobreza, gente que en invierno prefiere dormir afuera a la intemperie antes que ir a los refugios nocturnos.
Yo sé de lugares donde a los niños se les enseña a robar. Dicen los medios de comunicación que somos un país envejecido y creo que nosotros tendríamos mucho que aportar y dar de nosotros a los demás, nuestros jóvenes no sueñan como en mi generación.
No entiendo nada de política pero algo le pasa a la sociedad de mi lugar de origen, Uruguay. Oraré por los gobernantes de mi país.
Lylián.
Lo siento como un sitio de paz activa presidido por el espíritu dinámico y culto de mis padres, en el que brilla la armonía, el afecto, la solidaridad.
Colonia Valdense ahora transformada en “cuidad jardín”, de múltiples atractivos, sigue siendo para mí el lugar – refugio, iluminado de colores, perfumes y luces al que “vuelvo” con la imaginación cuando necesito tranquilidad de espíritu. Al que pienso regresar para cumplir un trayecto cíclico, en un próximo momento de mi vejez. Un retorno a las fuentes, que considero sumamente energetizante, imprescindible escenario para este tiempo definitivo de reflexión. En eso radica realmente, la diferencia con otros paisajes. Este está habitado por los seres que más he amado y que me acompañan permanentemente.
Silvia.
jueves, 8 de octubre de 2009
¿Qué significa el taller de memoria y esta publicación para cada uno de nosotros?
Estamos tratando de que nuestra memoria consiga detener el deterioro que le viene afectando y por ende entorpecer nuestro comportamiento, dificultando nuestro hacer cotidiano. Memorizar es una tarea de suma importancia para nuestro hacer. Por ello tratemos de que la misma, por lo menos mantenga el nivel actual, aunque lo positivo sería que consiguiéramos recuperar algo de lo perdido. Santiago.
Esta revista (ofrece) nos explica como nos ayudan a mejorar nuestra memoria. Los coordinadores que tenemos están colaborando con nosotros y nos dan trbajo, para poder retener y recordar las cosas de antes. Yo estoy muy agradecida tanto con ellos como con los compañeros que comparto. Gladys.
Somos un grupo formado por coordinador Hernán, donde nos reunimos todos los jueves y nos contamos nuestra vida como ser dónde trabajamos, donde vivimos, recordamos nuestra niñez como fue y como seguimos. Tomás.
Mercedes 1737, hay taller de adultos donde los coordinadores Andrea y Hernán dictan clases… excelente y hacen mucho bien. Se trabaja en grupo se aprende muchas cosas y hay compañerismo y concurriendo a ellos cada día nos sentimos mejor. Le aconsejamos al lector que se … y se entusiasme a concurrir a ellas. María Elena.